Estilos tipográficos en la posmodernidad

En el posmodernismo la forma tipográfica se constituye como el reflejo del pensamiento de la época, como la consecuencia de lo moderno, con objetivos y significados diferentes.

El diseño de tipos posmoderno hizo su aparición en esta década gracias al apoyo de los diseñadores que se volvieron contra el movimiento imperante en aquel entonces, tomando como punto de partida el momento en el que se dio una separación del diseño de aspectos como la historia, la sensibilidad, el arte y la expresión popular; de ahí que se utilicen las referencias históricas, la decoración y lo vernáculo, cuestiones que habían sido omitidas por el orden y simplicidad visual. Se optó por el uso de las dicotomías, combinando tradición y vanguardia, artesanía y alta tecnología, funcionalidad y artisticidad, elegancia y desaliño, simplicidad y complejidad, claridad y vitalidad; lo que se explica bajo la premisa de una nueva cultura experimental y plural. 

En este modo de mirar hacia adelante y hacia atrás, se genera una situación compleja que provoca que en la representación visual se manifiesten una gran variedad de estilos que, por una parte, tienden a la revisión y el replanteamiento; y por otra, intentan de cualquier manera posible superar a la modernidad a través de la profusa experimentación visual. De ahí que surge un problema al tratar de clasificarlo en estilos claramente diferenciables, ya que estos tienden a mezclarse. Sin embargo, y pese a la proliferación visual, se han identificado cinco líneas principales en el Diseño Posmodernista (Mancilla, 2003):

Esquema de los Estilos de Diseño Posmoderno(Mancilla, 2003). Muestra el modo de interacción de los estilos, los cuales no siempre se dan de manera pura. 

1. Estilo tipográfico digital

Para definir a este estilo es necesario apuntar que se le considera digital, no solo por relacionarse únicamente en su concepción, basada en la computadora como medio de creación y la estética derivada del uso del pixel, sino por ser un periodo en el que se dota a los diseñadores con nuevos procesos, capacidades y posibilidades que les permiten modificar la tipografía: alargándola, doblándola, haciéndola transparente, difuminando los bordes, intercalándola y combinándola en formas que nunca antes se habían realizado. Es un síntoma y prueba de que la adopción acrítica de ciertas fórmulas produce, en el mejor de los casos, aunque la forma es inseparable del medio que utiliza, el error consiste en tomar solo el efecto como propuesta de una nueva manera de hacer tipografía, en donde la solución tecnológica se impone.

2. Estilo tipográfico vernáculo

El estilo vernáculo se caracteriza por incluir reminiscencias del arte popular, adecuando las expresiones tipográficas a través de la búsqueda y escudriño en sus propios valores culturales y formales, tratando de suprimir las barreras entre la alta cultura y la baja cultura, situándolas a ambas en igualdad de condiciones haciendo uso de tipografías espontáneas y de trazo libre como en los anuncios rotulados o hechos a mano; tipos tomados del entorno cotidiano (de los mercados, de las calles de la ciudad, de los camiones, etc.). El diseño del tipo vernáculo se refiere a la expresión artística ordinaria y la técnica ampliamente caracterizada de un periodo local o histórico. Reafirman una estética de lo plural en un sentido sociocultural; lo local y lo regional en relación con el espacio geográfico; aunado a lo manual como referencia técnica, y finalmente lo espontáneo, lo libre, lo irregular, lo malhecho y lo feo, como representaciones formales.

3. Estilo tipográfico fragmentario

En el estilo fragmentario la tipografía utiliza la destrucción del tipo, en cuanto a estructura y forma, para poseer la información desprendida de ese proceso, y aplicarla en la construcción de nuevas formas, de manera independiente o a partir del mismo elemento. Es, por tanto, una descomposición del todo para lograr una destrucción del orden que mantiene la unión. Lo que ocasiona que se subvierta el orden, y con ello, se cuestionen y rechacen las convenciones del diseño tipográfico en cuanto a la forma y manejo del tipo.

4. Estilo tipográfico retro

En el estilo denominado Retro, el prefijo sustituye a las palabras retroactivo y retrógrado con implicaciones de mirando hacia atrás. Muestra una relación presente-pasado mediante el uso de tipos y composiciones tipográficas características de corrientes artísticas anteriores, como el dadaísmo, el futurismo, el pop art, entre otras; lo que trae consigo una fuerte tendencia a la valoración de todo lo antiguo, alentando un gran número de actitudes que van desde la nostalgia hasta la auténtica reverencia fetichista del pasado. El sello de las tipografías posmodernistas consiste, precisamente, en transformar lo viejo en lo nuevo.

5. Estilo tipográfico ecléctico

Este «estilo de todos los estilos», se desarrolló mediante la apropiación de formas tipográficas típicas del pasado. Este eclecticismo viene a reunir actitudes en principio contrapuestas; es decir, es el indicador de la coexistencia e incluso la mezcla de tendencias y de opciones históricamente vinculadas, lo que supone la apertura del camino a cualquier diseño, a todos los estilos y por ende a todas las formas tipográficas sin ninguna restricción.

Fuente: FOROALFA

Editor: JRGraphics